River tomó una sana costumbre los últimos años de ser el equipo que compite en todas las instancias definitorias de Copa Libertadores. Comenzó con el título internacional después de 17 años de sequía con la obtención de la Copa Sudamericana en 2014 y la obtención de la tercer Libertadores en 2015. Luego, River siempre fue un equipo duro de enfrentar y hasta ha generado el temor y respeto de muchos rivales.
Todo eso lo ha generado el legado de Marcelo Gallardo, justamente, quien dejó un proceso de ocho años y medio dirigiendo a River. Su postura de ser competitivo en todas las canchas ha dejado a River bien parado en las instancias de copa que le ha tocado jugar al Millonario.
Una de las cosas que Gallardo remarcó en el transcurso que ocurrió entre la segunda Libertadores y la tercera es que «siempre teníamos equipazos» pero no sacaban los partidos adelante. De hecho, la última vez que River tuvo la posibilidad de jugar Copa Libertadores antes de volver clasificarse en 2015, no fue un grato recuerdo, ya que fue allá por el 2009 cuando el club no pasaba su mejor momento.
En aquella ocasión, River, dirigido por Nestor «Pipo» Gorosito. Aquel año, River conformó el Grupo 3 de la Copa Libetadores, lo que hoy sería el Grupo C. En aquel grupo le tocó enfrentarse a Universidad de San Martín de Perú, Nacional de Paraguay y también de Uruguay. El mal momento del conjunto Millonario era tan malo que quedó eliminado una fecha antes de finalizar la fase de grupos y su último partido antes de la llegada de Gallardo fue una goleada 3 a 0 ante San Martín con goles de Bou, Barrado y Sambueza. Luego de 14 años, River vuelve a afrontar un partido de Copa Libertadores sin el entrenador más ganador en la historia del club.